LA MADRE MÁS MALA DEL MUNDO
Por: Megan Wallgren
Traducido y adaptado
al español por: Miriam Aguirre
Aquí hay 12 maneras para que te
asegures de ser la madre más mala del mundo:
1. Asegúrate de que tus hijos se
acuesten a dormir a una hora razonable. ¿Sinceramente habrá alguien que no haya
oído hablar de la importancia de una buena noche de sueño para la salud de un
niño? Sé una madre responsable y manda a tu hijo a la cama a su hora. Nadie
dijo que el niño deba desear irse a dormir. Puede resistirse al principio, pero
con constancia, va a saber que estás hablando en serio. Después de darle un
beso de buenas noches, saborea la paz que trae el silencio o disfruta de tiempo
de calidad con tu pareja.
2. No les sirvas postre a tus
hijos todos los días. Las golosinas deben guardarse para ocasiones que lo
ameriten. Esto es lo que las hace especiales. Si solo cedes a las demandas de
tu hijo y le das caramelos todo el tiempo, no va a poder apreciar el gesto
cuando alguien le ofrezca un regalo dulce de recompensa. Además, piensa en
todas las facturas del dentista y del médico que pueden resultar por el exceso
de esta indulgencia.
3. Hazles pagar por sus propias
cosas. Si quieres algo, tienes que pagarlo. Esa es la forma en que funciona la
vida de los adultos. Para asegurarte de que tus hijos no vivan contigo para
siempre, es necesario enseñarles hoy que los aparatos electrónicos,
videojuegos, salidas al cine, uniformes y equipos deportivos de los que tanto
gozan SI tienen un precio. Si tienen que pagar por todo o por parte de ese
costo, van a apreciarlos todavía más. También puedes evitar pagar por algo que
tu hijo realmente no deseaba. Si él no está dispuesto a pagar la mitad que le
corresponde es muy probable que no lo quiera tanto.
4. No les facilites la vida.
Algunos niños tienen un despertar muy difícil cuando consiguen un trabajo y se
dan cuenta de que las reglas en realidad sí se aplican a ellos. Tienen que
llegar a tiempo y hacer lo que el jefe les pide. Y, (¡oh no!) habrá muchos
aspectos del trabajo que ni siquiera les gustan. Si no te agrada el profesor de
tu hijo, su compañero de laboratorio, la posición asignada en el campo de
fútbol o la ubicación de la parada de autobús, evita la tentación de hacer un
escándalo o de mover palancas con tus contactos hasta arreglar la situación a
su preferencia. Haciendo esto le estarás robando a tu hijo la oportunidad de
aprender o sacar algo bueno de una situación difícil. Enfrentar circunstancias
no ideales es algo que tendrán que hacer la mayor parte de su vida adulta. Si
los niños no aprenden a manejar y sobrellevar la situación, estarán encaminados
al fracaso.
5. Hazlos hacer cosas difíciles.
No asumas control automáticamente cuando las cosas se ponen difíciles. Nada les
da a tus hijos un mayor impulso de auto-confianza que tomar las riendas de la
situación y superar algo difícil para ellos.
6. Dales un reloj y un
despertador. A tu hija le irá mucho mejor si aprende la responsabilidad de
administrar su propio tiempo. No siempre vas a estar ahí para recordarle que
apague el televisor y que debe prepararse para salir y llegar a su compromiso a
tiempo.
7. No te preocupes por comprarles
el último modelo. Enséñales a tus hijos a sentir gratitud y satisfacción con
las cosas que tienen. Si siempre se preocupan por obtener el celular más caro y
más nuevo estando al pendiente de quién ya lo tiene, vivirán encadenados a la
deuda y a la infelicidad.
8. Déjalos saborear las pérdidas.
Si tu niño rompe un juguete, no lo reemplaces. Él aprenderá una valiosa lección
sobre el cuidado de sus cosas. Si tu hijo se olvida de entregar la tarea a
tiempo, deja que se saque la mala nota que le corresponde o que se arregle con
su maestro con una tarea adicional para compensar el crédito perdido. Estás
enseñando a tus hijos el concepto de la responsabilidad – acaso no quieres
criar hijos responsables? Seguro que ellos te recuerdan de las cosas que se te
olvidan a ti.
9. Toma control de la tecnología
que usan. Si todos los demás padres dejan a sus hijos saltar de un puente, ¿tú
también lo permitirías? No dejes que tus hijos vean un programa de televisión o
jueguen videojuegos que no son apropiados para su edad sólo porque todos sus
amigos lo han hacen. Si adoptas una postura firme en la educación de tus hijos,
otros tal vez seguirán tu ejemplo. Sé una influencia positiva en sus
compañeros.
10. Enséñales a que se disculpen.
Si tu hija hace algo mal, enséñale a aceptar y confesar el error y a enfrentar
las consecuencias. No escondas la grosería, la falta de honradez o el bullying
bajo la alfombra. Si te equivocas, da el ejemplo y come un bocado de tu
merecida torta de humildad.
11. Cuida sus modales. Incluso
los niños pequeños pueden aprender los conceptos básicos de cómo tratar a otro
ser humano con respeto y dignidad. Al hacer de la cortesía un hábito, les
estarás haciendo un favor enorme. Los buenos modales pueden llevarte bastante
lejos en la vida. Bien dice el dicho: "Se atrapan más moscas con miel que
con vinagre."
12. Hazlos que trabajen — de
forma gratuita. Ya sea ayudando a la abuela en el jardín o como tutor
voluntario para los niños más pequeños, asegúrate de que el prestar servicio
sea una parte importante de la vida de tus hijos. Esto les enseña a mirar más
allá de sí mismos y a darse cuenta de que otras personas tienen necesidades y
problemas, y estos son — a veces más graves que los suyos.
Y aún con todo el tiempo que
pasarás siendo “la mala”, no olvides elogiar, alentar y recompensar a tus hijos
por su buen comportamiento. Y también asegúrate siempre de que ellos sepan que
los amas. Con un poco de guía y constancia de sus padres, tus niños pueden
cambiar la historia y hacer de su generación una que se conozca por su buena
voluntad y como una esperanza para el mundo.